* “Sobre un refugio rocoso en Laussel, en la Dordoña francesa (a sólo a unos pocos kilómetros de distancia de la gran cueva de Lascaux, dónde aún cubren sus paredes las más brillantes pinturas), una estatua femenina de 43 cm. de altura contempló alguna vez el valle. Los escultores del Paleolítico la cincelaron en piedra caliza con utensilios de sílex y colocaron en su mano derecha un cuerno de bisonte en forma de luna creciente con muescas de los trece días de la fase creciente de la luna y de los trece meses del año lunar. Con su mano izquierda apunta hacia su vientre grávido. Su cabeza se inclina hacia la luna creciente, dibujando una curva que conecta la fase creciente de la luna con la fecundidad del útero humano, y que pasa por sus dedos, posados sobre su vientre, para ascender, a través del ángulo que forma su cabeza, hasta el cuerno creciente de su mano. De esta manera se reconocen las pautas de relación que vinculan el orden celeste y terrestre.” Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la Diosa”
* “Podría ser, pues, que la observación inicial que condujo al surgimiento en la mente de los primeros humanos, de la mitología de un misterio que informa de los asuntos terrestres y celestes, fuese el reconocimiento de una armonía entre estos dos órdenes articulados a partir del factor tiempo: el orden celeste de la luna creciente, y el terrestre del útero.” Joseph Campbell , “El héroe de las mil caras: psicoanálisis del mito”
* “Muchos historiadores consideran que esta estatuilla es una especie de calendario lunar o calendario relacionado con el ciclo menstrual, dado los hallazgos de ocre rojo y demás pigmentos esparcidos alrededor de la figura. La cornucopia en este caso simbolizaría tanto la abundancia (fertilidad-sangre) como la Luna. Cabe destacar que la cornucopia tiene exactamente 13 estrías, la misma cantidad de lunas llenas que tiene el ciclo lunar completo.” Reconstruccióncelta.wordpress, “Venus de Laussell”
* “La Venus de Laussell estaba originariamente cubierta por ocre rojo, el cual es un color asociado a la sangre y el ciclo menstrual, que fue utilizado frecuentemente en la prehistoria para indicar los Sagrados Misterios de la Vida y de la Muerte. Una ampulosa mujer embarazada, la venus, lleva en su mano derecha un cuerno con forma de luna creciente, la más temprana representación de la Cornucopia y de los Cuernos de la Consagración. El cuerno tiene 13 muescas del mismo tipo de las cuales Alexander Marshack había correlacionado con anotaciones lunares del Paleolítico. Su mano izquierda descansa sobre su útero, como si fuera el punto de conexión entre los ciclos de la luna y su ciclo menstrual, dentro de la global matriz de fertilidad sugerida por el Cuerno de la Abundancia.” Noe Costas, “De Diosas, Brujas y Sabias”